Las tres palabras 19: Conectada

Vemos un paraguas abierto, abandonado en el asfalto encharcado y agrietado. El relato se llama "En la lluvia".
En la lluvia. Imagen libre de licencia: Pixabay.

Conectada es un relato de fantasía cómica perteneciente a «Las tres palabras», una sección dentro de «Ejercicios de escritura». En ella haré relatos incluyendo tres palabras generadas automáticamente con esta web.


cenefa2

Palabras a añadir:


VERANO 1
GRIETA 2
LONGITUD 3


cenefa2

TODAVÍA HAY gente que se pregunta dónde fue a parar Casturd. Incluso cinco años después de darla por muerta, se sigue hablando de su paraguas, abierto, abandonado en el asfalto encharcado por la lluvia de verano1, y no hay ninguna teoría —al menos ninguna que se pueda decir en voz alta sin que te enfunden una camisa de fuerza y te hablen con condescendencia, con frases como: «Que sí, que ha desaparecido. Claro que sí, todos lo hemos visto, se ha desintegrado. Va, no te resistas, que llevo todo el día cargando con zumbados como tú»—. Esas teorías prohibidas son, en realidad, las únicas que habría que escuchar con atención.
      Casturd desapareció, se esfumó. No está muerta, de hecho está más viva que nunca, simplemente no está viva donde solía estarlo, no en la misma dimensión y quién sabe si en el mismo universo. Solo sé que, justo en este momento, le está desenroscando la cabeza del cuello con las manos a un tipo en la clásica pelea de bar. No es que Casturd tenga una fuerza sobrehumana, es que el tipo en cuestión es un ser de galleta de jengibre y no es precisamente difícil decapitarle.
      Casturd es bajita, gorda y con el pelo rizado, tiene una nariz menuda y unos ojos grandes, enmarcados por unas gafas de pasta negra. Es una mujer de treinta años y lleva diez años en ese mundo absurdo en el que convive con tipos de jengibre, personas cuervo que regentan negocios, hipsters sin camisas de cuadros y heavys fans de Camela.
      —¡Sueltame la cabeza, monstruo! —grita la cabeza de jengibre que Casturd sostiene en la mano.
      —Te soltaré cuando me salga del higo. ¡Y tú, suelta esa espada o me zampo a tu amigo mojado en un vaso de leche de jitgan!
      Casturd se dirije a una tipa alta, con cuerpo humanoide, cabeza cocodriloide y una espada afiladisimaoide cuya hoja debe medir un metro de longitud3. La cocodriloide no parece interesada en hacer caso. Casturd sonríe, mostrando una dentadura a la que le faltan algunas piezas, perdidas en peleas anteriores, da un pellizco a la cabeza de jengibre, arranca un trozo y se lo lleva a la boca. Mastica, saborea y luego traga.
      —¡Joder, qué bueno está este pavo! ¡Suelta la espada o me lo meriendo!
      —¡Haz lo que dice esta loca, Alli! ¡Se está comiendo mi coronilla!
      La cocodriloide suelta el arma y alza los brazos en señal de rendición. Casturd coge la cabeza con las dos manos, le da un buen bocado, como si fuera un bocadillo y, con la boca llena de galleta, se la lanza a la tal Alli. La cocodriloide la coge al vuelo, momento que Casturd aprovecha para embestirla.
      —¡En mi mundo, a esto se le llama placaje!
      La de la cabeza de cocodrilo sale disparada hacia la pared, golpeándose violentamente la espalda y provocando una grieta2 que se alarga hasta el techo. Casturd mira la fisura, que sigue alargándose y dividiéndose como los afluentes de un río. «¿Por qué se empeñan en hacer los edificios de chocolate en este mundo de locos?», se pregunta antes de salir por patas de allí.
      En la calle se lanza al suelo para evitar quedar aplastada por los escombros de chocolate con almendras que han sepultado a la gente. Nadie ha muerto, como mucho sufrirán un empacho y una sobredosis de azúcar que les impedirá dormir por la noche. Se sacude la ropa, llena de canela del suelo, mira el edificio derruido y suspira. Se acerca a los escombros, coge un buen pedazo de fachada y se aleja dándole pequeños bocados. No le ha servido de nada ir a esa taberna, nadie parece poder ayudarla a volver a su mundo. No importa, seguirá buscando, tiene que recuperar su paraguas favorito.


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6 comentarios en “Las tres palabras 19: Conectada

  1. ¿Escribiste con un móvil? Hay la típica falta b/v del dedazo que se nos va al escribir en móvil… no te digo dónde está: seguro que la ves tú mismo (o puede que la pusieras a propósito…)

    • Jajajaja, corregida. No, no fue a propósito y está escrito en el portátil. 🤣 Te puedo decir que tengo dedazos hasta para el PC. Muchas gracias por leerme y por el comentario. Espero que te haya hecho «bolar» de risa.

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