

ESTE AÑO he sido una niña muy buena, solo he sacrificado un par de vírgenes para que despierte mi amigo Vuk-Jalak, es muy simpático y aunque hace que todos le llamen Devorador de Sueños, yo puedo llamarle señor Vuk. ¡La verdad es que me ha costado un montón no matar a más vírgenes, porque he conocido un muchocientos de vírgenes! Por culpa del virus malo ese, la gente no ha salido tanto a las discotecas y no ha podido hacer bebés.
En el cole también he sido buena, mis mamás casi no han tenido que ir a hablar con la directora. Creo que a la señora Pelaez le gustó mucho la carta que le envié con letras recortadas de revistas, porque ahora siempre que me tiene que castigar por algo, ella simplemente prefiere no hacerlo. Es muy buena y me mira como mis mamás: solo un poco y luego siempre mira al suelo.
Los animales siguen gustándome mucho, el otro día jugué con el perrito de Claudia, pero a ella no le gusta cómo juego con los perritos, porque me quitó el cuchillo y su madre se enfadó mucho. Dijo que yo era la carneción de Satanás. Yo no sé qué es eso, pero le di las gracias como me enseñaron mis mamás y al día siguiente le regalé un pajarito. Además al pajarito le corté la cabecita para que no hiciera pio-pio, porque la mamá de Claudia tiene arañas en la cabeza que le duelen mucho cuando hay ruido o le da el sol en los ojos. ¿Crees que debería sacárselos para que dejen de molestarle? Creo que entonces tendrían que regalarle unas gafas de sol.
En casa hago mis tareas, mi favorita es hacer pastelitos para la abuelita Pepa, les pongo unos polvitos blancos que huelen raro, pero que mis mamás siempre los echan por tooooda la casa para que las ratitas se los coman y se duerman, así que si es bueno para las ratitas, es bueno para mi abuelita, ¿verdad? Porque yo un día escuché que la abuelita les decía a mis mamás que le costaba mucho dormir por las noches porque le dolían mucho las lombrices de las piernas, así que por eso le pongo los polvos que se comen las ratas, porque yo un día estaba jugando al escondite con mis mamás y me escondí en un armario y vi una ratita dormidita con la boca toda llena de polvos blancos, y por eso sé que funcionan y que la abuelita se dormirá aunque le duelan las lombrices de las piernas.
También estoy muy contenta, porque mis mamás van a adoptar a un hermanito, y yo voy a poder jugar mucho con él. Además, mis mamás dicen que cuando yo era bebé me costaba mucho dormirme, así que como ahora sé hacer pasteles con los polvitos blancos que comen las ratitas y mi abuelita para dormir mucho, podré ayudar a mis mamás a que mi hermanito se duerma y que no sea como cuando yo era un bebé.
Por eso, como he sido muy buena este año, Santa Claus, quiero que me traigas muchos juguetes y una botella de jarabe de esas que tienen una calaverita supergraciosa dibujada, para que pueda hacerles pasteles de sabores distintos a mis mamás.
Atentamente,
Sofía. ■