Las tres palabras #10

cenefa2

[Nota fija]→ «Las tres palabras» es una sección dentro de «Ejercicios de escritura». Así mismo, este ejercicio ha sido extraído del blog «CabalTC» de David Olier. En esta sección haré relatos incluyendo tres palabras generadas automáticamente.

Palabras a añadir:

AS 1
ADMINISTRACIÓN 2
OSCILAR 3

esde luego, La Juani —como solían llamarla sus amistades, como si «La» fuera el nombre y «Juani» el apellido—, no pensaba que aquel reto le iba a salir tan caro. Es cierto que debería habérselo imaginado, porque grabarse con el móvil mientras intentaba adivinar a cabezazos bajo cuál de las tres bolsas de papel marrón se encontraba el cuchillo, no pintaba especialmente bien, pero por lo que sea, La Juani era, según algunas personas, demasiado optimista y, según otras bastante más inteligentes, era simplemente imbécil.
    La Juani, o mejor dicho, su alma, salió de su propio cuerpo y vio como sus colegas seguían grabándola para subir el vídeo a las redes sociales, con algún texto tipo: «¡qué bajona, troncos, La Juani no ha superao el reto!». La Juani no se sintió ofendida por eso, de hecho pensó que ella habría hecho lo mismo, porque de qué sirve morirse haciendo el gilipollas, si nadie lo sube a Twitter, a YouTube o a Instagram. Por suerte el que se estaba encargando de la publicación póstuma era El Kevin, que era un as1 para eso del Interné. En su Instagram le seguía gente tan importante como @ErSeñor_Pichabraba, al que nadie le había corregido el nombre de usuario, posiblemente porque entre sus seguidoras y seguidores no había nadie que hubiera pensado que quedaba infinitamente mejor @Señor_Pichabraba, a secas.
    —HOLA TÚ —dijo una voz siniestra tras La Juani.
    El alma se giró, o hizo lo equivalente de un alma a girarse, y dio lo que para alguien en aquel estado etéreo sería un respingo, que consistía en abrir los ojos y decir «oh, qué susto».
    —¡Fuah, mhasasustao! —respondió La Juani con una voz que parecía diseñada para sonar soez—. ¡¿Tú quién eres, chocho?!
    Frente al alma de La Juani había lo que podría definirse como una chica joven, si las cabezas de las chicas jóvenes fueran calaveras con un pelo precioso y bien nutrido, ojos verdes y llevaran camisetas blancas y tejanos.
    —SOY LA MUERTE.
    —Tustás de coña, ¿no?
    —NOPE… DE VERDAD SOY LA MUERTE.
    —¡Me caigo muerta! —Posiblemente La Juani no habría sido consciente de lo graciosa que era aquella frase en su situación aunque le hubieran dado toda la eternidad para entender su propio chiste involuntario—. ¿Y qué haces aquí, chocho?
    —VENGO A POR TI, JUANI.
    —¡¿Pero quemestascontando, acarajotá?! Fuah, pos yo no me voy contigo, además, eso de que eres la muerte —lo dijo con minúscula, porque no daba para más, no hay que olvidad cómo murió esta personaja— seguro que es un invent desos como una casa.
    La Muerte se llevó el dedo índice y el pulgar, ambos completamente en huesos, al tabique nasal y suspiró. Era curioso que pudiera hacer tal cosa, puesto que no tenía pulmones y hacía dos eternidades y media que no respiraba.
    —SOY LA MUERTE, CON MAYÚSCULA, ES MI NOMBRE. LA MUERTE, CON MINÚSCULA, ES ESO QUE HAS CONSEGUIDO AL CLAVARTE EL CUCHILLO EN LA FRENTE. MÍRATE, MÍRATE, ¿VES ESO QUE CUELGA DE LA PUNTA DEL CUCHILLO QUE TE SALE POR LA NUCA? ES UN TROCITO DE CEREBRO. DE TU CEREBRO. PARECE MENTIRA, PORQUE TODO APUNTABA A QUE DENTRO DE ESA CABEZA TUYA, SOLO HABÍA UN MONO TOCANDO LAS MARACAS. HE VENIDO A BUSCARTE, AUNQUE SINCERAMENTE NO ME APETECÍA UNA MIERDA, PORQUE AÚN NO HE VISTO EL CAPÍTULO DOS DE LA ÚLTIMA TEMPORADA DE JUEGO DE TRONOS, Y COMO ALGUIEN ME LO DESTRIPE VOY A LLENAR LA BALSA DE CARONTE DE ALMAS CONDENADAS. ¿ESTAMOS? —Todo esto lo dijo de corrido, La Juani intentó interrumpirla varias veces, pero la Muerte levantaba el dedo índice cada vez, y lo hacía oscilar3 delante de la cara del alma para que se callase.
    La Juani bufó, como diciendo «menos lobos, Caperucita», aunque probablemente ella hubiera optado por algo más parecido a «te me bajas, ¿eh?». Miró a sus amigos, que habían empezado a hacerse selfies junto a su cadáver. Se rió y emitió un ronquido al hacerlo. La Muerte, que no era el ente más paciente del mundo, pensó en que quizá iba siendo hora de jubilarse. En apariencia era un esqueleto joven, pero ya tenía unos cuantos siglos a su espalda, década arriba, década abajo. Pensó en cómo sería la nueva administración2 cuando ella se largara, también pensó en dónde iría si lo dejase todo. Unas vacaciones en Galicia le vendrían bien, o quizá simplemente se quedaría en casa, pidiendo pizza con piña, y viendo todas las películas que no le había dado tiempo de ver. Pensó en todo eso un par de minutos, lo que tardó La Juani en levantarse la camiseta y enseñarle los pechos a El Kevin.
    —¿QUÉ HACES AHORA?
    —Fuah, pava, siempre he querío pincharme a El Kevin. Pero me daba mazo corte. No me ve, ¿no?
    —NO, NO TE VE.
    —Pos eso. Tá tó bueno, ¿eh? ¡Mira, si se pone toa roja la zorri! —No, no lo hizo—. Pos menos, ¿eh? Que El Kevin es mío.
    —LO TIENES DIFÍCIL, JUANI, ESTÁS MUERTA. ACÉPTALO, CUANTO ANTES LO ACEPTES, ANTES…
    La Muerte no pudo terminar la frase, hubo un estallido de luz turquesa, y el cuerpo etéreo de El Kevin apareció delante de ellas, se quedó mirando los pechos de La Juani y se llevó la mano a la frente mientras abría mucho la boca y la señalaba.
    —¡Fuaaaaah, chaval! ¡Vaya perolas! La Juaniiiiii, ¡¿capasao?! ¿Tu no thabías muerto?
    La Juani se bajó la camiseta, sin mucha prisa, y sonrió.
    —Fuah, pos claro, pavo, ¿tú cómo te crees questás tú?
    El Kevin abrió mucho los ojos, y alzó mucho las cejas, como si estuviera intentando resolver un enigma, o como si alguien le hubiera pedido que recitara la tabla del nueve.
    —¡Estás muerto, pavo! ¡Mira, mira, esa es la Muerte! Eh, un respeto que es su nombre.
    La Muerte no tenía párpados, ni músculos, pero de alguna forma aquellos dos se las arreglaron para provocarle un tic nervioso en el ojo derecho.
    —BIENVENIDO, KEVIN —dijo intentando contenerse—. ¿QUÉ TE HA PASADO? ¿CÓMO HAS…?
    La Muerte miró por encima del hombro de El Kevin, y vio su cadáver inclinado hacia delante, con la hoja de un cuchillo introduciéndose en su sien derecha y la punta del mismo asomando por la izquierda. La Muerte suspiró, miró al cielo como diciendo «por favor, llévame pronto» y se concentró en el chaval.
    —HAS MUERTO, ASÍ QUE TENDRÁS QUE VENIR CON NOSOTRAS. NO TENÍA PREVISTA TU MUERTE, EN PRINCIPIO TE TOCABA… —La Muerte chasqueó los dedos y en su mano apareció un iPad, cogió un bolígrafo de esos que tienen punta de goma, para poder navegar por la pantalla táctil, y empezó a tocar el iPad con él—… AQUÍ ESTÁ… TU MUERTE ESTABA PROGRAMADA PARA DENTRO DE DOS AÑOS. MUERTO EN LA CAMA.
    —¿Chuscando con una churri?
    —ATRAGANTADO CON TU PROPIA SALIVA. SUPONGO QUE SI ERES TAN IMBÉCIL COMO PARA MORIR ASÍ, LO ERES PARA BURLAR TODOS LOS CALENDARIOS Y MORIRTE ANTES DE TIEMPO. EN FIN… SE ACABÓ, NOS LARGAMOS. QUIZÁ PUEDA VER EL CAPÍTULO DE JUEGO DE TRONOS.
    —¡Fuah, esa serie mola mil! —dijo El Kevin, luego se giró hacia La Juani y empezó a contarle lo que para él era el argumento—: va de una gente que está tol día follando, ¿sabes? Y entonces hay unos dragones, pero no son de verdad, ¿sabes? Son hechos con el Fotochocho ese. Y hay un pavo que se folla a su hermana. Pero es que la hermana está to buena, ¿sabes? Y está tó guapa la serie.
    —Fuah, a mi esas series de fantasía y paranollas —sí, La Juani le puso una elle a paranoia— me rayan mazo.
    —ARREANDO, SI QUERÉIS HABLÁIS DE SERIES POR EL CAMINO. YO TENGO PRISA Y ME TENÉIS HASTA LAS NARICES.
    La Muerte se acercó a las dos almas, las cogió por el hombro y desaparecieron en un estallido de luz. Lo último que se escuchó fue la voz de La Juani diciendo «te me bajas, ¿eh?». El único consuelo que le quedaba a la Muerte, era que aquellos dos idiotas iban a pasar la eternidad condenados a revivir su muerte en bucle. Es lo que ocurre con las almas suicidas, y aquellos dos eran exactamente eso: unas almas imbéciles y suicidas. Cómo odiaba la Muerte aquella generación, pero qué miedo le daba descubrir cómo sería la siguiente.

© M. Floser.

2 comentarios en “Las tres palabras #10

    • ¡Oh, qué bonito! Gracias a ti por este comentario. De verdad que me alegra mucho leerlo. Hace poquito que me he pasado a la fantasía cómica, y saber que hace reír a la gente es un aliciente para seguir. Gracias por tomarte un momento para leerme y para comentarme.

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