{Nota fija}→ ¡Bienvenidos a Juegos Twitterarios. A partir de ahora voy a proponer una serie de juegos literarios en mi cuenta de Twitter, uno de ellos será el FloserCuento. En él facilitaré una imagen a mis seguidores en la que deberán inspirarse para escribir un microcuento incluyendo el hashtag #FloserCuento, luego, para que ese tiempo que me dedican se vea recompensado, publicaré sus relatos aquí en el blog para que más gente sepa de su existencia y pueda seguirlos. ←{nota fija}


La mirada azul del sabio reflejaba el paraíso de calma en que su mente habitaba.#FloserCuento https://t.co/gdskKCFOmX
— Silvia Paz (@divagando_blog) 3 de mayo de 2018
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Tuvo una muerte mansa, aceptada. El azul de sus ojos, se vació lentamente a través de las arrugas que surcaban su rostro, volviendo a empapar la tierra árida que lo había visto nacer. Fue hermoso contemplar cómo el eterno ciclo del agua se completaba una vez más. #FloserCuento https://t.co/zRbElVW5tf
— El bibliotecario de Gotham (@BiblioGotham) 3 de mayo de 2018
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Era extraño ver a alguien con ese color de ojos, porque en este mundo ya no existían personas de iris azules y menos aun, de la edad del centenario.
Lo miré, como si de una pieza de museo se tratase.
—¿De donde vienes?
—De la Tierra —respondió.
Entonces comprendí.#FloserCuento https://t.co/6iSjLJxrZe— J.J. Kastle (@JJ_Kastle) 3 de mayo de 2018
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Con esa mirada me lo confesó todo. Me confesó el dolor que había visto, el que había sufrido, el que no había podido evitar.
Esos ojos habían visto mucho mal en la guerra, pero había esperanza. Esa que no solo vio, sino la que dio a todos aquellos a los que salvaba.#FloserCuento https://t.co/RGcKqIZDuA— Cajón de Relatos (@CajonRelatos) 4 de mayo de 2018
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Y sí, mintió, mintió a aquel pobre anciano observando como en sus ojos se encendía el brillo de la esperanza a sabiendas que lo condenaba a la más cruel desgracia. Ignoró el nudo en sus tripas y el grito que pugnaba por salir de su garganta, era el anciano o él.#FloserCuento https://t.co/AquYwudFol
— Lore (@lorecuak) 4 de mayo de 2018
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De repente sus ojos se abrieron grandes como platos de puro terror. Enseguida supo que el fruto de sus pesadillas había despertado y que nada ni nadie podría apagar su sed de caos, muerte y destrucción. #FloserCuento https://t.co/fvC7ZSVZFC
— Anárion (@anarionphoto) 4 de mayo de 2018
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Su lirada era intensa. Hipnótica, diria. Grandes y profundas arrugas surcaban su cara.
-Buenos dias anciano…
-¿Anciano? ¡Solo tengo 40 años, mozalbete!
-¿Mozalbete? ¡Si tengo 30!
Y ambos se rieron como si no hubiera un mañana.— Informático Farero (@informatifarero) 3 de mayo de 2018
¡Gracias por vuestra participación!