¡Hacía mucho tiempo que no hacía esto! Sé que os gusta, me lo habéis hecho saber, y por fin, después de unos meses os doy la bienvenida a una nueva entrega de:


Ya sabéis que este es un tipo de Microficción distinta, en la que comparto con vosotras/os algunos microcuentos de mi cuenta de Twitter.
Dejadme que os deje por aquí abajo las anteriores ediciones, y empezamos con la recopilación de hoy.
Os recuerdo que todas las imágenes que uso para mis tweets de microcuentos son libres de licencia, extraídas del banco de imágenes gratuitas pixabay.com y pexels.com/.
UN MÚSICO
—¿Que por qué me gusta tocar? —dijo el ser de ojos amarillos mirando a la entrevistadora—. Amo la música y es el único momento en el que la gente no ve a un demonio, sino a un artista.#Microcuento
Imagen libre de licencia: https://t.co/Dn6sxCiTBI pic.twitter.com/1y9upwj700
— M. Floser (@M_Floser) 25 de enero de 2018
SELFIE
Sonrieron e hicieron la foto. Cuando la miraron para ver cómo habían salido vieron que sus rostros aparecían distorsionados, como si sus rasgos se hubieran fundido.#Microcuento
Imagen libre de licencia: https://t.co/0QuYRGwhmB pic.twitter.com/POyuY6bTYI
— M. Floser (@M_Floser) 24 de enero de 2018
CONCIENCIA
—¿Qué ha pasado?
—Los has matado a todos.
—¿A todos?
—A los veinte. Lo has hecho bien.
—¿Y a papá?
—También. Estoy orgullosa de ti.
—¿Lo estás?
—Eres el mejor, no lo dudes. Seguirás mis pasos, culminarás mi obra.#MicrohorrorImagen libre de licencia: https://t.co/QlWUJqxqB8 pic.twitter.com/S5rNv0j6aN
— M. Floser (@M_Floser) 19 de enero de 2018
SOBRESALTO
Fue durante la sesión, Nadia se giró de repente y yo seguí su mirada aterrorizada, el cielo se había teñido de rojo y los pájaros lo habían invadido salpicándolo de figuras negras que volaban hacia nosotros.#Microcuento
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— M. Floser (@M_Floser) 19 de enero de 2018
NO MUERTA
Ellos no saben que estoy muerta. ¿No lo entiendes? Simplemente no deben saberlo. Salí de mi propia tumba, regresé siendo… esto… pero regresé y ellos recuperaron a su hija. ¿No puedes dejarlo así?#Microcuento
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— M. Floser (@M_Floser) 18 de enero de 2018
VENGANZA
Seguía entrenando, y en cada golpe que lanzaba al aire visualizaba el rostro de aquel ser que le arrebató a su familia el día en que todo su mundo quedó trastocado. Le daría caza y clavaría sus alas en una cruz.#Microcuento
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— M. Floser (@M_Floser) 11 de enero de 2018
DESCENDENCIA
Lo encontraron durmiendo en un lecho de paja. Había pasado la noche al raso pero su piel estaba cálida y sus mejillas sonrojadas. No sabían a quién estaban acogiendo, no sabían que aquel era el hijo del Caído.#Microcuento
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— M. Floser (@M_Floser) 11 de enero de 2018
CONDICIONES
El móvil sonó, nueva indicación.
—Ya queda poco, Jason. Ahora camina hacia el coche y abre el maletero. Dentro hay dos personas. Mátalas y volverás a ver a tu hijo.#MicrorrelatoImagen libre de licencia: https://t.co/vWxdsEN4Br pic.twitter.com/F9X1unBIli
— M. Floser (@M_Floser) 10 de enero de 2018
SIN PRISAS
No corrió, se sentó a tomarse el zumo de naranja mientras veía la sangre saliendo del orificio de bala que su víctima tenía en la frente. Lo primero era lo primero, no quería que se le oxidaran las vitaminas.#Microcuento
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— M. Floser (@M_Floser) 10 de enero de 2018
EMERGIDA
Lanzó la piedra al lago y esperó. El agua empezó a burbujear y de sus profundidades emergió una figura femenina vestida de musgo, sus cabellos parecían algas y sus ojos eran del color del coral.#Microcuento
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— M. Floser (@M_Floser) 9 de enero de 2018