Para este ejercicio voy a utilizar la APP de mi smartphone «Ideas para escribir», una aplicación que te propone ideas para tus historias. Tiene varias secciones, desde título, personajes, cinco palabras y, la que voy a usar hoy, primeras líneas. Así pues vamos a empezar para ver qué sale de aquí.

No quiso discutir por última vez, simplemente dio un portazo y se fue de mi vida. De eso hace ya diez años. No sé nada de ella, no sé si está viva, aunque a veces, cuando estoy solo en casa, noto como si alguien me acariciara el rostro. No una caricia normal, sino una caricia lenta, cariñosa, con el reverso de la mano. Tal como ella solía acariciarme cuando estábamos juntos.
    Sigo buscándola, aunque cada vez tengo más claro que no la encontraré o que, en el caso de encontrarla, no será con vida. Me imagino su cuerpo descompuesto, o lo que quede de su cuerpo, vestido con aquella blusa negra y su falda larga de flores que llevaba cuando me abandonó. Me imagino su ropa raída, y me imagino cuánto tuvo que sufrir antes de acabar muerta. Si al menos supiera que sigue con vida, aunque no pudieramos estar juntos, aunque no quisiera saber nada de mí, podría descansar, podría dejar de buscarla. Pero si está muerta, si es ahora un espíritu que vaga por el mundo acariciándome el rostro con el reverso de su mano, entonces esperaré paciente al día en que volvamos a estar juntos. ■

© 2017 M. Floser.