(Imagen libre de licencia de: Jamjoh)

El sapo

El «cómo» Marcus Exerich acabó posado en las manos de sus hijos, convertido en sapo, no es la cuestión que trataremos aquí. Tampoco hablaremos de la relación que Fionna Frubert, la bruja más poderosa de la costa este, esposa de Marcus y madre de aquellos pequeños gemelos, tenía en ese misterioso caso. Por descontado, tampoco hablaremos sobre si Marcus Exerich se merecía aquel castigo, porque la sola intención de dudar sobre tal hecho, sería una ofensa hacia todas las brujas, hacia todas las mujeres, y hacia todos los sapos. Lo que trataremos aquí es, ni más, ni tampoco menos, que el hecho inmutable de que ahora, los gemelos, estaban metidos en problemas. Al intentar defender a su padre, ahora sapo, los gemelos Francis y Laurie, asesinaron a la bruja de su madre —nunca mejor dicho—. Ahora se tendrían que enfrentar a la ira del mundo mágico, un mundo que, desde el principio, no aprobaba la implicación de Fionna con aquel hombre mortal. ■