
Encerrada

Desde su nacimiento ha estado encerrada dentro de aquel casquete polar. Viendo la vida pasar, viendo, con sus ojos situados en cada punto del universo, como el mundo se precipitaba hacia el desastre. El brillo, presa en la celda transparente, estaba a punto de ser liberado, gracias a un desafortunado hecho provocado por la Humanidad: el deshielo disolvería su prisión, y podría ser libre para castigar a todos aquellos que no tuvieron la decencia de preocuparse por su planeta. Empezaba a notar el cálido abrazo del sol, porque el cristal de hielo era ya tan fino, que incluso el olor a frío le embriagaba. Quedaba poco para volar, para que ella, la luz del mundo, pudiera repartir la justicia y el sentido común que faltaban en la Tierra. ■
© 2017 M. Floser.
me encantan todos tus relatos, como siempre tienen un final inesperado. Muy buenos de verdad. Sigue asi
¡Muchas gracias! Me alegra que te gusten 🙂 espero que sigas visitando el blog.