Microficción #42

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(Imagen libre de licencia de: Tpsdave)

Castigo

No es justo… Fuimos dos los que entramos en la casa, fuimos dos los que decidimos asaltar la mansión, hacernos con las joyas, con los cuadros… fuimos dos los que pusimos los ojos sobre esa jodida bola. Fuimos dos los que nos miramos con clara avaricia en la cara, y nos lanzamos en picado contra ella. Fuimos dos los que la tocamos, la levantamos y la admiramos a contra luz. Fuimos dos los que decidimos meter aquella esfera de cristal precioso en el saco, y fuimos dos los que nos largamos de allí como alma que lleva el diablo. No es justo… porque fuimos dos los que descubrimos que aquella casa pertenecía a la dama Negra, como llamaban los ciudadanos a Rita Charpentier, a la que también llamaban bruja… no es justo. No dejo de preguntarme una cosa, una y otra vez: si fuimos dos los que molestamos a esa zorra… ¿por qué soy el único que ha acabado convertido en liebre?

© 2016 M. Floser.

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