¡Hola! Hoy os traigo una recopilación de los microcuentos que escribí entre el día 6 y el día 7 de diciembre en mi cuenta de Twitter. He recibido comentarios muy positivos de estas colecciones de relatos en Twitter. A continuación os dejaré el link de las anteriores entregas.
Todo listo. ¡Despegamos!

1)
—¡Buh!
El fantasma lanzó el grito al espejo y, al ver reflejada su perversión y lo grotesco de su ser, desapareció en un estallido de terror— M. Floser —Escritor. (@M_Floser) 7 de diciembre de 2016
2)
Quisiera saber por qué me dejó. Éramos la pareja perfecta, yo les disparaba y ella, con su guadaña, les arrebataba el alma… #microcuento
— M. Floser —Escritor. (@M_Floser) 7 de diciembre de 2016
3)
¿Sabéis ese momento en el que tenéis la sensación de que os observan? No son imaginaciones vuestras, son los entes del aire contemplándoos
— M. Floser —Escritor. (@M_Floser) 7 de diciembre de 2016
4)
—Sol —llamó la luna, impaciente.
—¿Qué quieres, Luna? —preguntó el sol con la voz pastosa.
—¡Es hora de despertarse!
—Cinco minutos más…— M. Floser —Escritor. (@M_Floser) 7 de diciembre de 2016
5)
Llegaron con antorchas, quemando representaciones del rey. Pero no era el medievo, era el Siglo XXI. #microcuento
— M. Floser —Escritor. (@M_Floser) 7 de diciembre de 2016
6)
—Entonces me lancé sobre el vampiro, con la rista de ajos y la estaca.
—¿Y qué pasó?
—Mi mujer encendió la luz y resultó que era mi suegro.— M. Floser —Escritor. (@M_Floser) 7 de diciembre de 2016
7)
El despertador sonó y al advertir la mirada del golem, se detuvo solo y el día retrocedió para dejar que siguiera durmiendo.
— M. Floser —Escritor. (@M_Floser) 7 de diciembre de 2016
8)
¿Lo que más me gusta de la magia? Cuando el aire se mete por mis poros y se convierte en energía. Soy uno con el todo.
— M. Floser —Escritor. (@M_Floser) 6 de diciembre de 2016
9)
Tiró los dados sobre el tapiz, y se escucharon gritos y lamentos por el valor de la tirada. Una cantidad obscena de sufrimiento #microcuento
— M. Floser —Escritor. (@M_Floser) 6 de diciembre de 2016
10)
—¡Os lo juro! Vino a mí, y me pidió ayuda.
—¿Y qué hiciste?
—¡Bromeas! Le ayudé, ¡¿Sabes lo que es que Lucifer te deba un favor?! #cuento— M. Floser —Escritor. (@M_Floser) 6 de diciembre de 2016
© 2016 M. Floser.
Yo tengo una relación de amor y odio con la minificción. A veces me parece que es un género para holgazanes, y como soy bien holgazán, la he practicado profusamente (escribí una novela; no he logrado terminr las otras 7 que he comenzado; es terriblemente agotador y en un mes me aburren y paso a otra cosa -por eso el relato es mi género).
A veces creo que la minificción es un género para personas (lector y escritor en conjunto) bien leídas, y entonces le encuentro un valor más allá de lo fácil que a veces resulta: si eres bien leído, escribirás una buena historia sobre Samsa o sobre el Quijote en tan sólo 12 palabras, pero una historia que es más amplia que esas 12 palabras y que sólo quien ha leído la obra de referencia puede comprender. Esto es bueno, pero sólo cuando la minificción es considerada un género para escritores y lectores casi eruditos. Pero es malo si aleja a otros lectores que no tienen tantas o no las mismas lecturas.
Y, a veces, encuentras minificciones que no son referencias a otras obras (aunque tal vez sí a estilos o géneros), y que son relatos completos en esas mismas 12 palabras y no necesitas nada más para entenderlas. En esta tercera categoría, para mí la más elevada dentro del minimundillo, coloco tus minis.
Me dejas de piedra, Jorge., muchísimas gracias por tus palabras. Leer comentarios así hace que cobre más sentido lo que hago (creo que todos los autores pensamos igual, ¿no?). Me alegra mucho que te guste mi trabajo, es para mí un orgullo tenerte como lector.