
Frío
Frío, de momento es todo lo que siento. Frío intenso, invasivo, que se enrosca en mis huesos y me contrae los músculos. Pero eso cambiará de un momento al otro, cuando el Sombra vuelva en sí, e intente vengarse. La niebla me está complicando las cosas, pero por suerte las Sombras se ven con el alma, con el encogimiento del corazón y el bloqueo de la respiración. Cuando todos mis órganos vitales pugnen por dejar de sufrir el terror que mi enemigo les causa, y pretendan detenerse y huir.
Ahí viene, rompiendo la niebla como si fuera sólida. Revolviéndome el pelo, el estómago y los nervios. Mi alma se rompería, si no fuera porque ya se hizo añicos cuando los Sombra me arrebataron a mi familia.
Su estatura es obscena, sus rasgos, a pesar de ser inexistentes, podrían amilanar a los más bravos bárbaros. Pero yo no soy un bárbaro, soy un Clarus1, y los Clarus nos dedicamos a matar Sombras, a iluminarlas y convertirlas en Suspiros. Lamentablemente a esta Sombra no voy a iluminarla, la voy a erradicar. Voy a vengar la muerte de mis padres, de mi hijo y de mi mujer. ■
Nota del autor:
1) Clarus en latín significa Luminoso.
© 2016 M. Floser.